Consejos para crear la imagen de tu empresa
Si buscamos posicionar nuestra empresa en la mente del consumidor y dentro del mercado en lo primero que deberíamos pensar es en nuestra imagen. Desde el nombre hasta el logotipo; los colores, el tipo de letra, la promesa de la marca; todo influye e impacta directamente en el mensaje que queremos proyectar de nuestra empresa.
Esto es importante porque tú marca será asociada y reconocida por el logotipo (principalmente) y por supuesto, por el nombre.
Por ejemplo, cuando vemos el dibujo de Nike en unos tennis no necesitamos ver el nombre para saber de qué marca son. Algunas veces estos logotipos (isotipos o monogramas) se convierten en iconos por el significado y el contenido que la misma empresa ha trabajado a lo largo de su carrera.
Te presentamos algunos consejos al momento de pensar y decidir sobre la identidad (branding) de tu empresa.
Conocer el mensaje:
Nuestro primer consejo es tal vez el más importante de esta lista y el más básico. Lo primero que debes de tener en claro es saber a qué te vas a dedicar y cuál será el mensaje de tu empresa. Si buscas transmitir confianza, exclusividad, originalidad, confort, calidad, naturalidad, conocimiento, etc… Cualquier habilidad o característica que tu negocio tenga se tiene que transmitir en la imagen.
¿Cómo logro esto?
Primeramente contestando a la pregunta: ¿Cual es la promesa de mi marca? ¿Que promete ofrecer fielmente?
La respuesta nos da la directriz de hacia donde va la marca, la visión y propósito. Una vez obtenido este resultado, entran los factores visuales de una identidad: los colores, las formas, los objetos y la manera en cómo se acomodan. Por ejemplo, si tu negocio trata de comida, los colores cálidos podrían ser los más adecuados.
Marcar la diferencia:
En un mercado grande y variado lo que se necesita es ser diferente para resaltar. Define tu estilo y tu intención. ¿Cual es tu propuesta única de valor? ¿Qué hace única tu marca? Así como tu promesa es única, debes hacer única tu imagen. Al momento de trabajar en tu logotipo busca inspiración en otras fuentes. Recuerda que la imagen de Apple no es un ordenador o la de Nike no son unos tennis.
Flexibilidad:
No olvides que lo principal es ser recordado. Lo más recomendable es que el logotipo y el nombre de tu empresa sea fácil de entender y de recordar.
Un nombre corto o tal vez con sonidos peculiares podría ser lo más conveniente. No es tan necesario que en el nombre de tu empresa este escrito de qué trata o lo que vendes; por ejemplo, si vendes computadoras que en el nombre lo menciones; no hay reglas estrictas al momento de crear la imagen de tu empresa, los puntos más importantes son la creatividad y la originalidad.
Algo más por agregar sobre la flexibilidad de la imagen es que se pueda adaptar haciendo pequeñas modificaciones en el tiempo o diseñarlo de tal forma que pueda perdurar.
¿Imagen o letra?
Algunas marcas no tienen una figura como logotipo y es solo su nombre, como es el caso de Coca-Cola, por ejemplo. Ellos solo usan su nombre con un tipo de letra diferente. Esta podría ser otra solución para la imagen de tu negocio. Todo depende del mensaje y el estilo que desees.
Más esfuerzo:
Llegar lejos con tu marca no es tarea de un día. La clave principal es relacionar la imagen con el contenido de tu negocio. Lo más recomendable es trabajar con el contenido y el significado que quieres proyectar día a día por medio de la publicidad y la comunicación interna y externa de tu empresa. Cuidar como lo dices y que dices es una regla que no debemos olvidar para promover nuestro negocio.
No es una obra terminada:
Construir una marca no es como pintar un cuadro que se termina y se expone en una galería. Una marca es una activo vivo de la empresa que constantemente son construye y se nutre, llegando a modificarse para representar los valores y la promesa de la marca, así como ajustarte a las condiciones cambiantes de la oferta de productos y servicios de una organización. Las marcas van cambiando y madurando para ser mejores.
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