10 Errores mas comunes del emprendedor

10 Errores mas comunes del emprendedor

Cómo levantarse del fracaso y alcanzar el éxito

Se escucha un dicho que dice «fallar es de humanos», y definitivamente que el ámbito de los negocios no puede escapar a ello. Son incontables los emprendedores que fracasan por todo el mundo, y no sólo en un primer intento, sino en un número indeterminado de ellos, al iniciar una empresa. Pero el punto aquí no es contar el número de fracasos, si no el saber levantarse, avanzar, y finalmente alcanzar el éxito.

Lógicamente lo ideal es triunfar al primer intento, pero en este artículo te daremos unos tips para que si no lo logras, no te desanimes, corrijas el camino y puedas lograr el objetivo deseado.

Es una guía muy valiosa que seguro te será de utilidad.

EL FRACASO ES PARTE DEL ÉXITO

Sí, lo sabemos, es una frase trillada, pero no por eso deja de ser cierta. Es casi, casi como una ley no escrita a la hora de los negocios.

El fracaso termina siendo la base donde se cimienta el éxito, y está demás decir que los ejemplos sobran.

Bill Gates, es uno de esos ejemplos.

Sí, uno de los hombres más ricos del mundo fracasó rotundamente en su primera empresa llamada Traf-O-Data, que intentaba procesa y analizar datos de cintas de grabación.

Trató de vender su idea junto con su socio, Paul Allen, pero todo terminó en un completo desastre.

Pero este fracaso no evitó que Gates explorara nuevas oportunidades y algunos años después, creó su primer producto de Microsoft. El resto de la historia es ampliamente conocida.

REGLA NÚMERO 1, NO TE DESANIMES.

Como emprendedor, es sumamente frustrante ver fracasar ese negocio al que le dedicaste mucho dinero y tiempo.

El desánimo suele aparecer a tope, pero es justo ahí en donde hay que hacer un «refresh» a tus emociones. Recuerda que no eres el primer emprendedor que ha fracasado, y no serás el último.

No permitas que la adversidad te desaliente, y en cambio dedica tu energía a enfocarte en el futuro, en el reto próximo.

ANALIZA TUS ERRORES

Tómate tu tiempo para analizar lo que llevó a tu negocio a fracasar. Puede haber sido un sólo factor o toda una cadena de ellos, así que amerita una revisión a fondo para detectarlos.

¿El producto no funcionó adecuadamente? ¿La mercadotecnia no fue la mejor? ¿Tu servicio no fue adaptado a las necesidades de los clientes?

No se trata de repartir culpas entre quienes participaron en la empresa, sino de reflexionar y reunir información.

La clave está en aprender a reconocer las señales del naufragio lo más rápidamente posible, para emprender de nuevo el viaje, esta vez, con mayor probabilidad de éxito.

¡FUERA MIEDOS!

Es inaceptable que, por un fracaso, te llenes de temor y no emprendas uno nuevo. Acepta ese miedo y aprende de él, sigue adelante con tu próxima aventura empresarial. En este nuevo comienzo aplicarás las últimas lecciones que aprendiste de tus errores pasados, así que será mucho más fácil.

Solo organízate respecto a la forma en la que llevarás este nuevo emprendimiento, planificando de forma detallada todos los aspectos.

ELABORA EL NUEVO PLAN

Una vez que definas dónde salieron mal las cosas en tu primer emprendimiento, decide qué harás diferente la próxima vez.

Quizá podrías plantear un enfoque totalmente diferente o incorporar a personas diferentes para que ayuden en esas áreas que crees que te fallaron, y en las cuales no eres un experto.

Pero cualquiera que sea el enfoque que adoptes, toma tu tiempo para esbozar algunas ideas y comunicarlas a algunas personas en quienes confíes en busca de retroalimentación.

LOS 10 ERRORES MÁS COMUNES DEL EMPRENDEDOR

A continuación, te vamos a enlistar los 10 errores que cometen los emprendedores, de acuerdo al Centro Regional para la Competitividad Empresarial.

1.- CONFUSIÓN. El emprendedor sueña con iniciar una empresa sin analizar las características que lo harían vivir como empresario. Ante las dificultades, el emprendedor desiste de su idea de negocio y lucha por ingresar en el mercado laboral.

El verdadero empresario insiste hasta concretar su negocio.

2.-  INTUICIÓN. Cuando se tiene una idea de negocio, lo primero que se debe preguntar es: ¿qué necesidad y a quién va a satisfacer mi producto o servicio? Generalmente esta pregunta la realizan hasta que lo lanzan al mercado.

3.-  PLAN DE NEGOCIOS. Es necesario establecer las guías de acción para disminuir las debilidades, mantener sus fortalezas, aprovechar las oportunidades y minimizar los riesgos, además de determinar la viabilidad de su negocio.

4.-  MEJORA CONTINUA. Una vez que se abre la empresa, los emprendedores dejan a un lado el plan de negocios que elaboraron y las mejores prácticas empresariales para operar nuevamente de manera intuitiva

5.-  OBLIGACIONES. Desconoce los trámites necesarios para abrir un nuevo negocio, lo que trae como resultado erogaciones adicionales por multas, actualizaciones, y recargos, e incluso, suspensión de actividades.

6.-  FLUJO DE EFECTIVO. El emprendedor realiza una planeación de la operación de su empresa con base en las utilidades que se generan, sin considerar su ciclo financiero, el cual le permitirá conocer sus necesidades de efectivo para un periodo determinado.

7.-  RECUPERACIÓN. Las inversiones se recuperan con las utilidades y el capital de trabajo con las ventas. Frecuentemente no se distinguen y cuando hay financiamiento se aprietan los plazos. Los imprevistos desfasan las inversiones y generan costos que descontrolan el negocio.

8.-  CLIENTE. El emprendedor busca afanosamente obtener pedidos iniciales. Sin embargo, minimiza la importancia que tiene el segundo pedido, ya que, en la búsqueda de nuevos clientes, no da seguimiento a los compradores cautivos.

9.-  ORGANIZACIÓN. El emprendedor es el «hombre orquesta», ya que le cuesta mucho trabajo delegar actividades en su afán de disminuir gastos para maximizar las utilidades.

10.-  PROHIBIDO. Mezclar gastos personales con los del negocio genera descontrol y dificultad para evaluar la rentabilidad del negocio. Podrían sobregirar la capacidad del negocio.

CONCLUSIÓN

Cualquiera que se jacte de ser un emprendedor, tiene que tener en su ADN esa necesidad de buscar siempre una nueva oportunidad.

Superar el dolor del fracaso es el paso indispensable para pensar en nuevos retos y negocios, y lo mejor de todo es que se hará teniendo en cuenta los errores cometidos antes, para evitarlos esta vez.

Es cierto que no hay una fórmula mágica para garantizar el éxito, pero éste siempre es más probable cuando se es persistente y se aprende de los errores.

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